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Traductora, políglota, trabajadora incansable e interesada en los cultos y religiones, practicante de cerrar los afters sin recurrir a atajos de ningún tipo. Para algunos algo meiga; para otros, la sombra que pasa desapercibida. Charlamos con ARS ERINYOS, que presenta el primer número de su fanzine/catálogo de artistas, ARS GRATIA MUSICAE: arte visual gallego ligado a la música underground; 76 páginas a todo color, papel brillante y formato A4, (disponible en tres idiomas: español, galego e inglés) en la que se dan cita neófitos y veteranos.
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¿Qué me puedes decir de ti? Detalles u otros proyectos en los que has estado involucrada:
-Ars Erinyos: Mi alias es Ars Erinyos para todos mis emprendimientos artísticos. Estos proyectos van desde la maquetación hasta el diseño, pasando por el dibujo e incluso asistencia con letras y el layout, muchísimas traducciones… Es decir, en relación a mi obra -no quisiera llamarla holística porque no es una terapia natural-, quizás abarco mucho y aprieto poco, pero me gusta mucho tocar varios palos. Diría que soy humanista en ese aspecto. ¿Trabajos en los que he participado? Durante seis años estuve haciendo portadas para un fanzine que no voy a nombrar por motivos de desavenencia estilística, por no decir de todo tipo, -vamos a dejarlo así, que queda más fino [risas]-; luego hice la portada de Necronomía de Subexistencia para el grupo de grindcore de las Rías Baixas, Mondo Podre. Y se me encargaron proyectos que no fueron a término para ilustraciones de capítulos de libros, al final eso no fructificó, pero se me contrató para ello. No voy a mencionar más porque, si no, es dar vueltas sobre mi eje.
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| Entrevistados en este número: Raposa!, Laugurio, Luis Sendón, Maru Astray, Xoio Carmesí, Lusco e Fusco 13, Silvia Blackened, César Valladares, Hic Svnt Dracones, El Miserable Ocioso (Nor Prego), Ira Miserorum/Khalipse. |
-También has hecho parches, camisetas y otros trabajos a mano. ¿Difieren las emociones a la hora de trabajar para ti misma frente a un encargo?
-AE: Sí, quizás porque los encargos han sido, sobre todo en el tema textil, reproducciones de las obras de otros artistas. Lo que pasa es que no he intentado hacer nunca parches de bandas que tengan merch propio y que lo vendan. Por ejemplo, estamos hablando de camisetas de tallas muy grandes que no comercializan, no quiero decir por gordofobia, sino porque una banda tiene su presupuesto limitado y hace estudios de mercado, al fin y al cabo. Pero no deja de ser reproducir las obras de otros artistas y no tienes que salirte del molde y, al final, es casi un proceso meditativo. Sin embargo, cuando haces un trabajo para ti misma, entra todo el machaque del perfeccionismo y del eterno síndrome de la impostora; de la obra que nunca se acaba. Entra un poco eso en juego: no sabes cuándo ponerle final y siempre le encuentras fallos. Al final uno se vuelve mucho más crítico con su propia obra.
-Tengo entendido que se gestó con bastante rapidez a la par que está hecho con cariño. ¿Cómo surge y con qué propósito?
-Digamos que fue una especie de epifanía a raíz de cosas que yo hacía habitualmente como consumidora de arte: siempre me ha gustado muchísimo descubrir artistas nuevos, sobre todo artistas emergentes, y me di cuenta de que aquí teníamos una caterva de ilustradores y diseñadores increíbles que han participado en grupos internacionales y mucha gente no los conoce. Y no solamente no los conoce, sino que piensa que son gente de fuera, simplemente por su calidad, o los confunde con artistas más reconocidos, precisamente porque están a la par.
-¿Están a la par a nivel técnico o por similitudes artísticas?
-Yo diría que a nivel técnico y también a nivel conceptual. No tienen nada que envidiar a artistas extranjeros, por mucho que yo valore igualmente y que me encante descubrir artistas extranjeros, no cabe duda. Pero bueno, esto un día fue de una manera bastante… Casi mitológica [risas] tuve una especie de revelación y dije: “¿Y por qué no dejo que esa gente hable, no solamente de su obra, sino también de sus experiencias como artistas?” No solamente enfocarlos en las cosas que hacen, sino en cómo lo hacen y las peripecias que sufren para llegar a culminar su obra.
-El grueso de los artistas son gallegos o están aquí asentados o tienen raíces de esta zona. ¿Existe alguna motivación detrás de ello?
-Quizás por esta idea de: piensa globalmente, actúa localmente. Ese es quizás el motivo: son gente que tengo cerca y de la que además veo su lucha. Entonces puedo ponerla en valor, quizás, por simpatía o por empatía, en mayor medida de lo que puedo hacerlo con una persona que vive en Illinois o no sé, o Ruanda-Burundi.
-Hacer las mismas preguntas me pareció que podía revelar más, podía ser más justo; es decir, no sé si es más igualitario, pero desde luego más justo, esa es la intención. Si luego al final no lo parece, el tiempo ya lo dirá, obviamente. Y, al mismo tiempo, me parece que son preguntas lo suficientemente directas y lo suficientemente amplias para que se puedan explayar tanto o tan poco como ellos quieran
-Cuando dices (más) justo, ¿a qué te refieres?
-Pues que quizás, aunque sea de manera inconsciente, puedes tener un sesgo. Es decir: hay artistas de los que conozco mucho, hay artistas a los que tengo muchísimo aprecio y quizás te puede salir hacerle una entrevista súper mimada y súper detallada porque conoces sus vivencias, porque sabes de sus aventuras. Entonces, claro, eso deja un poquito en la estacada a la gente que no conozco o que incluso he descubierto para el fanzine. Y, claro, me pareció que eso iba a ser justo, de tal manera que la gente con la que soy más cercana y a la que tengo más a mano ya va a notar mi cariño de otra manera.
-Al final son 11 personas entrevistadas (12 artistas si contamos a Raquel Currás García, “Rashel”, la autora de la portada). ¿Cómo ha sido este proceso y la manera de trabajar con los artistas?
-El proceso ha sido muy fácil. Me lo han puesto muy fácil. Yo pensaba que iba a tener muchos más obstáculos [risas], no porque no confiase en ellos o porque pensase que son unos bardallas, pero sí que la gente no lee los emails; al final es como un extra absoluto en la vida caótica que todos llevamos o, más que caótica, híper atareada. Entonces dije: “pues seguramente se olvidarán de responder, habrá que tirar de ellos o van responder con desgana porque no les gustan las preguntas”. Pero no, todo el mundo me respondió muy bien, no tuve que hacer casi esfuerzos de tirar por nadie, me han gustado muchísimo las obras que me han mandado…. Ha sido muchísimo más rodado de lo que yo esperaba.
-Viendo que te encargas tú de todo o que has realizado otros trabajos con anterioridad, ¿No pensaste en hacer también la portada?
-Pensé en hacer la portada por mi cuenta, pero, por temas de distribución, dije: “voy a hacer un trabajo mediocre” y me dije: “prefiero contar con esta artista [Rashel], cuyo estilo me gusta muchísimo, creo que me va a pillar la idea bien” y prueba de ello es que me pilló la idea de maravilla y encima es una artista local. Me dije:” mira, prefiero dar a conocer una artista, -que, por cierto, espero poder entrevistar para futuros números si se dan- y que quede más conforme con lo que yo quiero”.
Hecho a mano por Ars Erinyos
- Por lo que estoy viendo, está bastante generalizado y es triste, porque este tipo de tratos los esperas de corporaciones, de empresas que no valoran a los artistas y los conciben como medios. Sin embargo, cuando son otros artistas, aunque sean de otras disciplinas, contratan artistas a los que les hacen el mismo trato vejatorio -bueno, no sé si llamarlo vejatorio, aunque en algunos casos sí que se podría clasificar como tal- o de menosprecio. Sorprende para mal; de hecho, es un poquito repulsivo. Pero bueno, al final es el problema que tenemos los seres humanos. Es decir, vamos a encontrarnos con las mismas miserias hagamos lo que hagamos.
En parte el fanzine surgió por eso, para poner de manifiesto un manual de buenas prácticas: de cómo hablar, de cómo contratar y trabajar con artistas visuales, porque por mucho que algunos no se dediquen profesionalmente a ello, no puedan dedicarse dadas las circunstancias, lo hagan amateur o como una afición, no deja de ser un trabajo y lleva muchísimas horas. Y no solamente horas haciéndolo, sino horas preparándote. Uno de mis artistas mencionaba que la gente no tiene en cuenta todos los bocetos previos que tú le mandas, no cuenta con ellos como si fueran un trabajo; piensa que los has hecho en una servilleta -¡y como si lo has hecho en una servilleta! Al final, como decía, el fanzine es una manera también de resarcirme un poco e intentar poner en valor a artistas que creo que valen muchísimo la pena.
-Respecto a lo que figura en la intro, quería abordar tu opinión sobre la inteligencia artificial debido a la declaración de principios que aparece en el mismo o -a título personal- obtuviste una respuesta de Pestilence debido a su intento de artwork por esos medios y su comparativa del mismo con el del Consvming Impvlse. ¿Es contra ella o contra sus usos? ¿Qué ejemplifica esto para ti y para el que realiza arte visual para bandas?
-Voy a resumir mucho, porque este tema, como todos los temas que me apasionan, puede dar lugar a peroratas interminables. Mi problema ni siquiera es con la inteligencia artificial en general. Yo estoy en contra de la inteligencia artificial generativa usada con propósitos (digamos entrecomillándolo con todas las comillas que podamos) “artísticos”. Me parece que el arte es algo esencialmente humano y, por mucho que no me gusta nada el concepto del elitismo en el arte, sí que considero que, en este sentido, el arte humano o el arte incluso animal, está por encima de cualquier cosa que pueda generarse por copia, reproducción y posterior vómito por la inteligencia artificial generativa. Siempre.
El concepto de alma en el arte puede sonar un poco sentimental o quizás, un poco añejo, pero yo realmente creo que el arte debería limitarse a la creación humana. Y, de verdad, para mí, una persona que ha escrito sesenta prompts y dice que eso le ha llevado esfuerzo, no sabe lo que es coger un lápiz o hacer una ilustraciones con puntillismo o con lápices de color, por poner un ejemplo. No tienen ni idea. Y lo siento por la gente que disfruta utilizando estas herramientas, pero yo realmente lo detesto.
-¿Y los prompts qué son, para los que no controlamos?
-Los prompts son las palabras que tú introduces en los programas de inteligencia artificial generativa, ya sea Midjourney u otro. Pero son palabras que se introducen para que después salga una búsqueda y esa búsqueda recoja diferentes elementos que luego amalgama y crea. Bueno, más bien, vomita, porque es un vómito: no hay ningún tipo de procesamiento. De hecho, no existe la idea del artista ni nada. Mi idea resumida es esta. pPodría extenderme muchísimo, pero recomiendo al activista argentino e ilustrador magnífico Santiago Caruso (https://santiagocaruso.com.ar) porque está de hecho en Arte es Ética y en diversos foros por el uso, bueno, el reducir o incluso eliminar el uso de la inteligencia artificial generativa con fines “artísticos”.
-El término escena es bastante difuso y puede dar lugar a engaño. Los seres humanos somos tribales, entonces, llamémoslo, tribu, clan,escena… Queremos pertenecer a un grupo. En este sentido, la música underground no se escapa a esa pulsión humana. Yo creo que siempre va a haber una tendencia a juntarse con los de una misma clase y a diferenciarse de los de otros grupos. Eso va a existir siempre. ¿Llamarlo escena? Hombre, para mí, para considerarlo realmente una escena, tiene que haber una intención clara de hacer cosas, o sea, de tener proyectos, de apoyarse mutuamente, y una cierta cohesión. Sí que desde luego veo esfuerzos ímprobos por parte de diversas personas y colectivos en crearla. Es decir, yo veo que hay gente como Miguel -en el Tronko Bar- o Guille, de La Hija del Carroñero, o Dra-gon, de AkoúΦenom que veo que son vertebradoras absolutamente de la escena, si se le puede llamar así, gallega. Pero sí que también creo que hay también quien utiliza la escena como excusa para decir que pertenece a algo, pero sin querer mojarse; buscando lo que le puede dar y sin querer aportar. Es un arma de doble filo.
-¿Tú crees que eso es algo que ocurre no solo a nivel de Galicia, sino a nivel de toda España o a nivel europeo? No sé hasta qué punto se puede profundizar en esto sintetizándolo.
-Yo creo que es general: las tensiones internas y las guerras intestinas van a existir en todas partes. Lo que creo es que, quizás, desde mi punto de vista y desde mi humilde opinión -que intuyo que, a quien lea esto, le interesará un poco [se sonríe]- hay que luchar por resolver y limar asperezas y diferencias, intentar construir algo aunque las personas no sean 100% lo que tú esperas de ellas o no se comporten siempre de manera coherente. Intentar construir, al final, sin darle un aspecto romántico tampoco, sabiendo que como todo, al igual que los humanos que la componen, tiene sus carencias.
-Dentro de todo esto, de que hablas de limar las asperezas o las carencias, como ese fanzine que sale con las preguntas cliché del gremio… porque más allá de esto y de que eres fuguillas y que está traducido a tres idiomas… ¿Cómo gestionas la frustración de quien se compromete a responder pero luego desaparece durante semanas?
-Nada, le das un aire de defuntos [risas] y… es broma, es broma, aquí no se hacen maleficios a nadie -de momento -[risas] pero, ¿cómo lo haces? Sencillamente, las personas que hacen ghosting, las personas que te dejan de responder, son gente que tiene poco compromiso, pero tampoco veo que sea gente que tiene una vida satisfactoria. Es decir, a los que he conocido que me han hecho ghosting, los veo muy infelices; creo que ya tienen su propio infierno, tampoco vas a hacer tú más. Ahora bien, dejas de contar con esa gente. Y yo, en este sentido, reconozco que soy muy partidaria, si me dicen de colaborar con gente que conmigo no se han portado bien, sin hacerles aquí tampoco una flagelación pública: -“que sepas que a mí me hicieron esto”. Lo digo en petit comité, no lo digo de manera pública. Pero a mí me importa más proteger al artista con ilusión, que quiera trabajar con esta gente y protegerlo para que no se lleven un piñazo como me llevé yo. Puede ser, a lo mejor, según alguna gente, un poco atrevido; incluso pueden no verlo bien. Lo entiendo, pero es mi modus operandi. Pero mi frustración se lidia con eso, con pasar de ellos y no contar con ellos para el futuro. Y, bueno, si alguien me pregunta, obviamente yo no voy a ir directamente a ponerlos verdes, pero sí les diré: “mira, no me trataron bien” o “a mí me hicieron esto”. Y ya está.
-Aprendizajes del mismo, ideas para la gente que quiera abordar proyectos semejantes… o todo lo que sea que quieras añadir….
-En primer lugar, yo doy las gracias absolutas a todos los artistas que han colaborado conmigo. Son gente espectacular, sin excepción, a nivel artístico y a nivel humano. En segundo lugar, también quiero dar las gracias a la gente que vertebra la escena: ya sea María Banshee, ya sea Guille, ya sea Miguel, ya sea Patillas, ya sea toda la gente que al final siempre está intentando unirnos y siempre está intentando apoyarnos a unos y a otros. También querría dar mi agradecimiento a los artistas que vertebran la escena, que da la música que ilustramos o que queremos ilustrar.
¿Aprendizaje para los demás? Hay infinitos, infinitos consejos en el fanzine -y esto no es un autobombo- es que sencillamente lo que dicen los artistas a lo que entrevistan superarán lo que yo diga porque tienen mucha más experiencia a nivel artístico que yo, así que les recomiendo leerlo. O que me pregunten, que les transmito las respuestas: no es cuestión monetaria, sino de transmitir valores.
¿Y algo más que añadir? Muchísimas gracias por la entrevista, por darme este espacio y espero que no sea un excurso interminable como los que yo doy [risas] con cualquier tema que me interesa.
Muchas, muchas gracias a I Don’t Give a Fuck
La presente entrevista será incluida, junto con algunos extras, en el próximo número del zine I Don’t Give a Fuck
Entrevista realizada con Ars Erinyos, rebautizada por Sadistic Intent como Funeral Mama
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